Casa Unidos de Elian
Para los turistas, no será fácil recorrer el Miami latino si sólo hablan inglés. Sin embargo, un viaje a Miami tampoco sería completo si no se disfrutara de su sabor latino.
Aquí van algunas de las paradas esenciales en cualquier visita a la Pequeña Habana y sus alrededores:
CASA UNIDOS DE ELIAN La casa donde el cubano Elián González, entonces un niño de cinco años, estuvo alojado en el 2000 mientras era el foco de una batalla legal internacional por su custodia. La disputa se terminó cuando agentes federales ingresaron a la casa y se lo llevaron para enviarlo de regreso junto a su padre en Cuba. El tío de Elián remodeló la casa y la convirtió en una mezcla de altar y museo, donde juguetes, fotos y dibujos se exhiben en vitrinas.
La ropa de Elián aún pende en el armario y los agujeros que dejaron los agentes al abrir la puerta a patadas siguen sin reparar. La cámara de neumático en que llegó flotando a Miami cuelga de una pared, junto a un cartel en inglés y español: "Esta es la tragedia de una nación que quiere vivir en libertad. ¿Por culpa de quién? De un tirano". La casa (en 2319 N.W. Second St.) está abierta a las visitas siempre que haya alguien, pero como no hay un número de teléfono para consultas, no se puede llamar antes. La entrada es gratuita y se aceptan donaciones.
PARQUE DEL DOMINO En el Parque del Dominó, en la Calle Ocho y 15ta Avenida, hay carteles que advierten a los jugadores que no se puede fumar, beber ni apostar. Las mesas de dominó tienen compartimentos para las bebidas, igual que en las plazas del dominó en Cuba, pero están vacíos. Decenas de ancianos de lentes oscuros y gorras juegan bajo las carpas y la charla en español sólo se interrumpe por el golpeteo de las fichas de dominó contra las mesas.
La Pequeña Habana, reducto de cultura latina en Miami
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